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El análisis electoral parte de una premisa: la estrategia electoral está definida por un objetivo: pasar a la segunda vuelta porque - todos los estudios realizados lo demuestran – ningún candidato ganará en primera vuelta. Entonces, los estrategas buscarán que su candidato pase a la segunda vuelta sin haber polarizado radicalmente con ningún otro, con el fin de obtener, en segunda vuelta, los votos de sus competidores de la primera. La estrategia para la segunda vuelta electoral es diferente a la primera porque las condiciones son diferentes. El objetivo, los competidores y los electores han cambiado. Luego de la primera vuelta el elector dirigirá su mirada hacia el candidato que le genere menos anticuerpos, menos antipatía o más cercanía.

 

Las elecciones en los países con débil institucionalidad política se definen por personas, por imágenes y, obviamente, por percepciones. Los partidos aportan candidatos y programas. Pero, si el programa es muy bueno y el candidato no sintoniza o sintoniza con un sector pero no rompe la barrera que le permita ganar, el elector variará su voto porque le interesará votar por un candidato ganador o al que sienta más cercano a sus intereses o simpatías.

 

En otros países con partidos conformados y de amplia e intensa vida institucional, los ciudadanos votan por los partidos. Así ocurre en Chile, Uruguay, Argentina y, también, en Estados Unidos, Canadá y en la mayoría de países de Europa. En cambio, en el Perú se vota desde el año 1989, cuando Ricardo Belmont ganó las elecciones municipales de Lima de 1989, por personas. La profunda crisis política, económica, social y moral que generó el primer gobierno de Alan García Pérez y su absoluta incapacidad para derrotar a las organizaciones terroristas, fueron el origen de la destrucción de la política institucional. El mayor problema fue el moral. No sólo por la corrupción generalizada que nacía en la cabeza y atravesaba todo el aparato del Estado sino por la hiperinflación. La corrupción aniquiló la moral pública y produjo una profunda desmoralización en la sociedad. Pero todo ello fue exacerbado por la hiperinflación  -7,400 por ciento- que destruyó los sueldos y salarios; produjo acaparamiento, especulación, desaparición de los productos del mercado y una profunda sensación de inseguridad e inestabilidad. La gente sentía que en el país no había futuro. La migración se multiplicó y millones de peruanos salieron del país a vivir en cualquier lugar menos en el Perú del PAP y de Alan García Pérez y su socio Agustín Mantilla Campos, creador y operador del Comando Rodrigo Franco, que produjo muertes y desapariciones en la confrontación con el terrorismo.

 

Los partidos, entonces, fueron sepultados por el Gobierno de Alan García Pérez. Recién reaparecieron en la vida pública en el año 2009. En la última década del siglo XX y en la primera década del siglo XXI los se fundaron nuevos partidos y movimientos que ya llegaron al poder como Perú Posible con Alejandro Toledo. Sin embargo, los demás, si bien influyen en el proceso político peruano, aún no han llegado al poder. La mayoría ha tenido y tiene una presencia municipal, regional y local, llega a colocar algunos representantes en el Congreso, pero ninguno, salvo Perú Posible de Toledo ha ganado las elecciones nacionales.

 

De la misma manera que en las elecciones municipales y regionales de octubre del 2010, los ciudadanos votarán por candidatos y secundariamente por partidos.

 

 

 

El principal actor de la campaña política del 2011, es Alan García Pérez. No sólo porque él pretende volver a postular el año 201y necesita crear desde hoy las condiciones para su tercera elección, sino porque su adicción al poder es de tal naturaleza que no dejará de actuar en función de sus objetivos.  García Pérez, además, ha declarado en público y en privado que él está en capacidad, por lo menos, de impedir el triunfo de algún candidato. Esto ya lo probó en las elecciones municipales de octubre del 2010, pues García Pérez apoyó la candidatura de Álex Kouri a la alcaldía de Lima. El apoyo de García Pérez se produce de diversas maneras. Desde el Gobierno, invirtiendo en obras como hiciera en el Callao e inaugurándolas con la autoridad-futuro candidato. De otro lado, se trata de filtrar información y realizar contra-campañas. Tal como informaron algunos medios, el que filtraba información contraria a Lourdes Flores –caso César Cataño, por ejemplo- fue el propio García Pérez a través de sus operadores. Igualmente, impulsó la investigación sobre César Cataño desde la DIRANDRO.

 

Sin embargo, no siempre las cosas salen como se tienen planeadas. Alan García no tenía entre sus planes la salida de Álex Kouri de la contienda electoral municipal por la tacha del JNE porque Kouri no pudo acreditar que vivía en Magdalena como fundamentaba. Fuera de competencia Álex Kouri, toda la maquinaria continuó funcionando contra Lourdes Flores, lo que fue capitalizado por Susana Villarán que recibió el apoyo indirecto de la maquinaria de Álex Kouri y de su principal operadores mediáticos: Jaime Bayly y el cómico Carlos Álvarez. Sin embargo, García Pérez, reacciona tarde ante la posibilidad del triunfo de Susana Villarán y frena por unas semanas el informe de la DIRANDRO sobre César Cataño para no perjudicar la candidatura de Lourdes Flores y, además, pone a una parte de su partido a trabajar para impedir el triunfo de Susana Villarán. Alan García logró el objetivo que se había propuesto al comienzo: que no gane Lourdes Flores pero no logró que gane su candidato pues no siempre es posible que maneje todas las variables.

 

Alan García Pérez repite en privado que él no tiene escopeta de dos cañones sino de “mil cañones”. Por ende, en tanto es un “animal político” seguirá actuando, intentando inhibirse de hacerlo en público. En las últimas semanas, en tanto los asesores de Alejandro Toledo conocen a Alan García, le ha hecho la campaña al ex presidente chakano y le ha permitido ubicarse en el segundo lugar. Es cierto lo que argumentan los asesores de Alejandro Toledo: Alan García que padece de incontinencia verbal y que se auto percibe infalible, cayó en las provocaciones de Toledo y lo ayudó a proyectarse.

 

Entonces, este primer análisis electoral tiene que partir de AGP, ya que no siendo éste candidato, sin embargo, si es actor político en todos los procesos electorales.

 

La escopeta de mil cañones de AGP no apunta, en estas elecciones, a una sola candidatura. Mercedes Araoz, es la candidata del partido pero no es la candidata destinada a ganar las elecciones. Los candidatos de AGP son, por ahora, Luis Castañeda Lossio y Keiko Fujimori. Obviamente, si alguno de los dos fracasara, como así ocurrirá, jugará una nueva alternativa. García Pérez es un actor pragmático. Cuenta, además, con las encuestas que realiza la conocida empresa encuestadora que trabaja para su partido, así como con la información que le proporcionan las entidades públicas y privadas dedicadas a las labores de inteligencia e información.

 

Entonces, es claro que Mercedes Araoz es una de las candidatas de AGP. La otra es Keiko Fujimori. El otro es Luis Castañeda Lossio. Los competidores de García Pérez son Ollanta Humala y Alejandro Toledo, aún cuando será flexible con alguno de ellos, en función de las reuniones que ya han tenido y tendrán. La preocupación no es sólo la continuación del crecimiento económico. Lo más importantes es la impunidad. Es decir, que no se investiguen –las formas ya las verán- los graves asuntos que han sido denunciados por los medios de comunicación y que se encuentran en la Fiscalía de la Nación, el Poder Judicial, el Congreso de la República o la Contraloría. En este tema los actores políticos tienen la suficiente experiencia tanto en las “alianzas” realizadas en el Congreso de la República como en los procedimientos para detener, hacer dormir, lograr la prescripción y utilizar la inmunidad parlamentaria, institución creada para defender a los representantes del pueblo en las democracias, pero utilizada en el Perú con el fin de lograr la impunidad y la prescripción. Un ex presidente regional con procesos penales en curso, se refugiará en el Congreso que por las “alianzas” políticas será blindado por sus aliados y permanecerá en el Congreso hasta que los delitos prescriban. El peaje del Callao, el escándalo de los “petroaudios”, las licitaciones amarradas, el robo a gran escala de la documentación del ministerio de Salud que encubrían los negociados en la construcción de hospitales con Canaán, los problemas en MI VIVIENDA, las licitaciones amarradas del los diversos ministerios, etc., etc., son temas que tendrán que ser escondidos, ocultados y los responsables defendidos a través de los mecanismos que ellos conocen.

 

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