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La Selección de Fútbol del Perú debe asistir al Mundial 2014 en Brasil. Sin embargo, para lograr este objetivo, debe modernizarse y crecer institucionalmente. Perú asistirá a Brasil 2014, si supera toda la podredumbre que se oculta a los hinchas del fútbol peruano que cada cuatro años ven frustrados sus sueños. El caso de Alianza Lima, club popular secuestrado por un grupo inescrupuloso es una clara expresión de las razones por las cuales la Selección de Fútbol del Perú no asiste a un Mundial hace ya tres décadas. A continuación un relato sobre lo que sucedió en Alianza Lima en los últimos dos años…

El 3 de noviembre del presente, se ha cumplido un año del autogolpe contra el directorio -elegido democráticamente el 18 de abril del 2009- y el Club Alianza Lima de parte de Guillermo “Pocho” Alarcón, que engaña bajo el membrete de presidente de Alianza Lima, club que está secuestrado por él un grupo de incondicionales –falsos- “dirigentes”.  El objetivo del golpe a la luz de doce meses es transparente: perpetuarse en el poder y utilizar los recursos de Alianza Lima en beneficio personal, arrojando las migajas de sus inescrupulosos manejos a sus “incondicionales”. Es el “chorreo” para sus incondicionales y el “choreo” para él.  “Pocho” que tiene el apelativo de peinador, logró su objetivo en base a un acuerdo secreto o clandestino con Alfonso “Cuchi” de Souza Ferreira ex presidente de Alianza Lima y conspirando con felonía contra el directorio elegido por los socios.

El 3 de noviembre del 2009, “Pocho” Alarcón juega el papel de víctima de su directorio, apela a sus contactos en el gobierno al que sirvió en MI VIVIENDA –los trabajadores le llamaban “su vivienda” por los malos manejos denunciados y que le costaron la renuncia como a su amigazo Barrios de ESSALUD-. “Pocho” permite el ingreso de la Policía Nacional al directorio del Club mientras se realiza una reunión legítima de los directores; convoca a la prensa y acusa a los directores democráticos de golpistas. El mismo día, en horas de la noche, realiza una falsa asamblea con un grupo de incondicionales, falsifica poderes y nombra un nuevo directorio que es “elegido” por un grupo minúsculo de socios 60, mientras en las actas fraguadas sostiene que fueron 276. “Pocho”  tiene una denuncia en el Poder Judicial por falsificación  -de poderes y fraude en el manejo de instituciones privadas-,  pues varios de los socios que “asistieron” a la asamblea se encontraban fuera del país, como ha acreditado la Dirección de Migraciones del ministerio del Interior.

Sin embargo, “Pocho” cuenta la historia al revés. En la historia del inefable, él siempre es la víctima. Las consecuencias de este malévolo juego lo están viviendo hoy los socios, los empleados, algunos jugadores y ex jugadores de Alianza Lima. Sin embargo, la verdad se va abriendo paso.

Alianza Lima es el club de fútbol más popular y tradicional del Perú. En él se sienten representados peruanos de todas las condiciones sociales. Negros, mulatos, zambos, mestizos, cholos-blancos, blancos-cholos, cholos-negros y negros-cholos, provincianos emergentes que han hecho empresa en la nueva Lima y criollos limeños tradicionales, todos de distintos sectores sociales que aman la tradición del fútbol bien jugado- que sienten pasión por la alegría, el toque, la cundería, la calidad y la exquisitez del fútbol aliancista. Alianza Lima es una pasión, una alegría… pero es, también, una gran mentira cuando se examina a los que le hurtaron la alegría al pueblo. 

Alianza Lima es un club popular. Sin embargo, es dirigido por un minúsculo grupo de individuos que le confiscaron al pueblo el club que limeños de origen humilde fundaran el 15 de febrero del año 1901 en la calle Cotabambas. Incluso, un sujeto como Alfonso  “Cuchi” de Souza Ferreira ex presidente de Alianza Lima, considera que  el club es de él y de su familia y, en consecuencia, tiene derecho a disponer como si fuera de su propiedad. Disponer en el castellano de este individuo es actuar como un hacendado costeño de los años 40, en los que hacia lo que le daba la gana con sus “peones”.

“Pocho “y su socio “Cuchi” manejan hoy Alianza Lima. Uno en forma pública y el otro en forma encubierta.  Ambos se reunían clandestinamente y tramaban perpetuarse en el poder. Luego de una elección postergada durante dos años porque “Cuchi” lo impedía por todos los medios posibles, ya que no estaba en capacidad,  ni quería ni podía rendir cuentas de ingresos y gastos. Es importante recordar que las elecciones democráticas se realizaron en 19 de abril del 2009. Cinco meses antes, cuando se sentían perdidos, en diciembre del 2008, durante la presidencia de “Cuchi” se produce un extrañísimo robo; un robo a pedido. Asaltan y roban TODA la documentación contable y financiera; los libros, facturas, etc.,  además de los discos duros de las computadoras de la oficina de contabilidad de Alianza Lima, en su estadio de La Victoria. Los delincuentes que ingresaron a Alianza Lima, sabían lo que tenían que robar: toda la documentación contable. No se llevaron un sol ni una computadora. ¿A quién le interesaba el robo de toda la documentación contable y financiera de Alianza Lima?  Hasta hoy ninguno de los “dirigentes” realiza esfuerzo alguno por apoyar la investigación de este crimen. Los autores intelectuales están libres y, seguramente, asisten cotidianamente al club Alianza Lima.

Las elecciones del 19 de abril del 2009 en Alianza Lima.

Luego de más de dos años de lucha por la legalidad y la transparencia, como resultado de la exigencia de los socios y de la presión de la opinión pública, se realizaron elecciones en Alianza Lima. Los dirigentes de Alianza por el Cambio como Augusto Claux que debería haber encabezado la lista habían sido sancionados ilegalmente impedidos por “Cuchi” de Souza Ferreira  de participar en el proceso electoral. El candidato de “Cuchi” perdió en esas elecciones.

Alianza por el Cambio, sin embargo, forma una lista de dirigentes alternativos que lleva como candidato a la presidencia a Guillermo Alarcón que se presenta como la persona que reúne uno de los requisitos clave: tiene 20 años de socio. Descabezado el núcleo dirigente de Alianza por el Cambio, Alarcón aprovecha la circunstancia, hace uso del doble discurso y se infiltra en Alianza por el Cambio. El 18 de abril gana Alianza por el Cambio que llevaba al infiltrado que venía ya coordinando clandestinamente con Alfonso “Cuchi” de Souza Ferreira. “Pocho”, logra el objetivo de infiltrarse y jugar al “topo” en Alianza por el Cambio y lo hace con absoluto cinismo. Se supo más tarde que era informante y que coordinaba con “Cuchi”. Hoy son “socios” pues comparten los mismos propósitos y beneficios. Era, “topo”, “informante”, espía y socio de Cuchi. Era el Judas de Alianza Lima.

Esta explicación es necesaria porque los socios, los hinchas y el pueblo aliancista no saben quién es quién en el club más popular del Perú. 

El 19 de abril los socios en elecciones transparentes, eligen un directorio formado por personas decentes que buscaban un cambio. Sin embargo, a la cabeza el Judas. La democratización y modernización de Alianza Lima había sido derrotada.

El acuerdo con “Pocho” es que se organizaría un gobierno de transición que organizara el club y nuevas elecciones en octubre del 2009. “Judas” aceptó en el afán de representar a Alianza por el Cambio. Una vez elegido, sin embargo, dijo que no era “payaso de nadie” –ya era payaso de Cuchi- y se negó a convocar a elecciones.

Pocos días después de la victoria electoral de Alianza por el Cambio, “Pocho” empieza a dar señales que hacían presagiar que era un felón. Elegido por el movimiento Alianza por el Cambio, se desentiende de los fines y objetivos de esta corriente aliancista y marca distancia, expresando que él no era de este grupo. El juego buscaba dividir el directorio, enfrentar a unos contra otros, mientras ganaba tiempo para dar un golpe. Realiza todo tipo de maniobras para impedir el cambio.  Mantiene en la administración de Alianza Lima a los funcionarios y empleados de la gestión anterior que habían sido claramente cuestionados y a los que les da poder bajo su control. El pretexto: no había dinero para despedirlos y pagarles una indemnización “tan alta”, pues ganaban miles de dólares mensuales. Hoy esos “funcionarios” de confianza de las administraciones anteriores, especialistas en el manejo turbio: contratos, acuerdos bajo la mesa, trato con los sponsor, etc. siguen en sus puestos ya que saben cómo es “el teje y maneje” de las cosas no transparentes. Así, día a día, lejos de empezar los cambios, mantiene en el poder a los mañosos, despide a los funcionarios y empleados decentes, enreda al directorio democráticamente elegido, se alía a uno de los directores clave -el tesorero Carlos Gallardo al que coloca el apelativo de “Tacatán”- y, finalmente,  le declara la guerra al directorio mientras conspira con “Cuchi” y un grupo de ambiciosos y alevosos desplazados con hambre de poder.

Alianza Lima siempre pasa por severas crisis financieras y económicas como resultado de la improvisación y el poco trasparente. Las deudas de Alianza Lima al empezar el año 2009, superaban los 10 millones de soles a la SUNAT y a diversas entidades públicas como la municipalidad de La Victoria  y a entidades privadas, entre ellas a las AFP. Además, se adeudaba  a ex jugadores, ex entrenadores y ex empleados del club. Hoy las deudas han aumentado según el balance presentado por el propio “Pocho”.  Durante el gobierno de Alarcón se deja de pagar a los ex mundialistas César Cueto y José Velásquez. A José Velásquez lo despiden de Alianza Lima y a Cueto le pagan una parte de la deuda. Pero, a la División de Menores se le abandona por completo lo que veremos en otro artículo.

Bajo el pretexto de cobrar las deudas que el PSV de Holanda tenía con Alianza Lima, “Pocho” Alarcón pide que el directorio lo autorice a viajar a Europa con el fin de cobrar la deuda.  Los directores argumentaron que la deuda se puede cobrar desde Lima ya que el sistema financiero moderno realiza transacciones haciendo uso de tecnología de comunicación apropiada y los envíos se pueden hacer vía Internet. Sin embargo, “Pocho” apoyado por el ex tesorero – Carlos Gallardo viaja a cobrar las deudas:

A esto hay que agregar los recientes reclamos de Jefferson Farfán (U.S. $ 290.000,00) y el grave problema creado con la deuda a Wilmer Aguirre y su pase al San Luis de Potosí de México.

 

“Pocho” cobró varios millones de dólares. Sin embargo se niega tajantemente a informar al directorio de las sumas cobradas al que le declara la guerra, argumentando que no confiaba en los directores. Junto al entonces tesorero Carlos Gallardo, amigo íntimo de “Pocho” abre cuentas en los bancos a su nombre y nunca informa al directorio del dinero recibido ni del gastado.

Un año más tarde, entrevistado Jefferson Farfán, declara que “Pocho” no le había pagado más de 230 mil euros (alrededor de 300 mil dólares y casi un millón de soles). “Pocho” y Carlos Gallardo viajan  a Europa con dinero de Alianza Lima, cobran, gastan y no le pagan su dinero a Farfán. Preguntado por los periodistas por la deuda a Jefferson Farfán, “Pocho” declara sin pudor alguno, que “si el Poder Judicial decide que debo pagar le pago”, poniendo al descubierto una de sus estrategias: judicializar las deudas; enredar todo en procesos judiciales para pagar tarde, mal y nunca.  “Pocho” cuenta para sus tropelías con el apoyo “incondicional” del Estudio Orellana, al que le paga 10 mil dólares con dinero de Alianza Lima. Orellana Asesores &Consultores S.A.C., presenta el 16 de setiembre  de 2009, una carta a “Pocho” en la precisa el por qué de la “liquidación”: por “elaboración de acta” (falsificación), “coordinaciones para la inscripción registral, derechos registrales y notariales, y honorarios” por 10 MIL dólares que se pagaron en efectivo. El sistema de pago es, también una creación del inefable que ordena se gire un cheque por 10 mil dólares a nombre de un empleado personal de confianza, el señor Chapoñán,  individuo que cobra el cheque y luego entrega los 10 mil dólares en efectivo al Estudio Orellana”. El lector puede sacar sus propias conclusiones sobre el extraño procedimiento por el cual se utiliza un intermediario que cubre al Estudio Orellana y al propio Alarcón que firma un cheque a nombre de un intermediario. Orellana, de esta forma, evade impuestos. ¿Quién es Chapoñán? Un “empleado” incondicional de Alarcón, que conoce sus secretos y que

Orellana Asesores &Consultores S.A.C. funciona en la misma dirección (Calle Bernini  279, San Borja) en la que funcionaba el Estudio Alarcón, que no ejerce la abogacía desde hace más de un lustro. ¡Alarcón y Orellana son beneficiarios, colegas y socios, comparten local y negocios en Alianza Lima!

El tema de fondo del golpe de estado contra el directorio elegido democráticamente fue, entonces, el dinero, los dólares, los euros que “Pocho”, “Tacatán” y los que actuaban tras bambalinas les despojaron a los jugadores, al club, a los socios y al pueblo aliancista.

La estafa a Wilmer “El Zorrito” Aguirre.

Sin embargo, considero necesario, expresar que las estafas contra los jugadores continuaron luego del golpe de estado, pero esta vez protegido por “directores” incondicionales, designados por él y “elegidos” en una falsa asamblea el 3 de noviembre de 2009 en la que acordaron expulsar a todo el directorio elegido y nombrar a “directores” (falsos) decidido a decir amén a todas las tropelías del Judas de Alianza Lima.

Al “Zorrito” lo vende “Pocho” -el “presidente” de Alianza Lima que según los  diarios El Comercio y Perú 21 es “presidente, tesorero, miembro de la comisión de fútbol, entrenador, periodista, negociador de contratos, etc.”- al San Luis de México. Nunca se informó del monto de la venta. Sin embargo, Wilmer Aguirre reclama el pago de 100 MIL dólares que le corresponden por su pase al San Luis, además de 30 mil dólares que le debía esta administración antes de la venta. “Pocho” esta vez no dijo que si el Poder Judicial ordenaba pagar él pagaba. Esta vez los medios informan que Pocho cobra 100 mil dólares de “comisión” a través de una empresa china  “T & M Entrepreises Limited”, una empresa cuyo giro son “modelos de carteras”. Se informa y publica una factura que dice así: Por  “Cancelación de la comisión  pre-establecida por la transferencia del jugador Wilmer Aguirre al Club San Luis de Potosí, fecha 3 de junio de 2010. Factura Nº 001774”. La “comisión” de 100 mil dólares fue cobrada por el ciudadano argentino Fernando Alonso, amigo, “agente” y representante de Gustavo Costas. La empresa obviamente  no tiene vínculo alguno con la representación de jugadores de la misma forma que “Fernando Alonso” no es Agente FIFA.

En síntesis, en el caso de Wilmer Aguirre en la venta al San Luis de Potosí se hace un acuerdo de venta de club a club, razón por la cual no pude haber “agente” que cobre una comisión. Con el fin  de apropiarse de 100 mil dólares crean la ficción de un “agente” y cobra la comisión. Simultáneamente, le dejan de pagar los 100 mil dólares que le corresponden a Aguirre y tampoco le pagan los 30 mil dólares de una deuda anterior.

Alianza Lima es una institución popular del fútbol peruano secuestrada por un individuo y un grupo de falsos directores incondicionales, grupo que actúa sin escrúpulos. En el pequeño mundo de esta minúscula horda, Alianza Lima es una chacra del siglo XIX en la que pueden hacer lo que les da la gana.

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