Cómo gobernar obteniendo resultados: Política, liderazgo y gerencia moderna
La Gestión Pública requiere tener claros los fines y objetivos políticos que deben ir de la mano con una visión moderna de la gerencia y administración que hagan realidad los objetivos políticos.
jueves, 9 de febrero de 2012 - 43689 vistas
La Gerencia Pública moderna ha vivido varias revoluciones en los países desarrollados. La política y la gestión pública actúan divorciadas cuando la primera, convertida en politiquería interfiere en la segunda generando conflictos, imponiendo intereses partidarios y de grupo que subordinan el interés nacional. Este conflicto -si existe una visión moderna de la política- puede ser resuelto a favor del desarrollo. Valor y valores, voluntad política modernizadora son fundamentales. El Estado sirve a la gente o se sirve de ella. No hay término medio.
La Gestión Pública requiere tener claros los fines y objetivos políticos que deben ir de la mano con una visión moderna de la gerencia y administración que hagan realidad los objetivos políticos. La modernidad implica proponer hipótesis a la naturaleza y a la sociedad para transformarla, es decir, conocimiento para el cambio. Un rasgo de nuestra pobre modernidad es que todo queda en nuevos estudios que se convocan para actualizar viejos estudios. Un ejemplo paradigmático: el proyecto Olmos comenzó con el presidente Augusto Leguía y recién está culminando, ¡80 años después! En el camino se hicieron decenas de estudios. Igual ocurre con el Metro de Lima. Estamos todavía en el siglo XVIII. ¿Cuánto demora en el Perú un gran proyecto? ¿Cómo es posible que se acepte el sabotaje a grandes proyectos que benefician al país?
Los líderes modernos cuentan con dos grandes capacidades: liderazgo político (contar con seguidores, una visión y una estrategia, capacidad de comunicación y carisma) y capacidades gerenciales. Hace más de medio siglo quedaron atrás los líderes populistas parlanchines, megalómanos y con una cierta habilidad anticuada para el “floreo” pero inútiles en capacidades gerenciales.
Un rasgo de la modernidad es el conocimiento científico y técnico para transformar la realidad. El político moderno en el poder se dedica a transformar la realidad y no a contemplarla. Construye para ello fines, objetivos, metas, una estrategia general, estrategias específicas, planes de acción precisos, cronogramas, calendarios y -asunto esencial- cuenta con ejecutores: ministros, vice ministros, gerentes generales, gerentes de línea y técnicos que actúan con conocimiento profundo, rapidez, eficiencia, eficacia y oportunidad en la búsqueda de resultados. Transformar la realidad significa desplegar energías para generar riqueza, mejorar la calidad de vida para todos, alcanzar metas cada vez más altas.
A diferencia de los que se dedican a contemplar la realidad, es un imperativo sembrar cemento. China es el primer productor y consumidor de cemento, concreto, fierro y acero del mundo. Todo ello con el fin de construir infraestructura de calidad en las ciudades grandes, medianas y pequeñas: redes de agua y desagüe, reservorios, vías férreas, autopistas, carreteras, caminos, centrales de energía, aeropuertos, puertos (marítimos, fluviales, lacustres) y, en las ciudades pistas, veredas, muros de contención, equipamiento, mobiliario urbano, además de vías internas, espacios para la recreación, el deporte, etc., en las provincias y los distritos, en las ciudades y en el campo. Todo ello sirve para que los ciudadanos alcancen mejor calidad de vida. Pero al lado de esas inversiones, se requiere avanzar en educación en todos los niveles e investigación científica y tecnológica. Si lo anterior forma parte de un plan de educación basado en valores y conocimientos, en nuevos hábitos y costumbres, modernizar el país será una realidad.
El Estado es burocrático, mercantilista, corrupto, ineficiente y sumamente lento. La modernización democrática del país tiene como gran objetivo transformar el Estado con el fin de que sirva a la gente y los recursos sean adecuadamente invertidos, con calidad y rapidez. En China se ha entendido el concepto del tiempo en la modernidad y, por ello, construyen rascacielos en quince días y trenes cada vez más rápidos.
Los Gobiernos Regionales y las Municipalidades que forman parte del Estado peruano tienen que cambiar. Hoy son un espacio en el que la incompetencia ha echado raíces. Los ciudadanos exigen y, con razón, que los gobiernos obtengan resultados.
El gran resto del Perú es lograr mantener un crecimiento superior al 7 % anual para llegar al 2021 entre los 50 países -hoy estamos en el puesto 80 según el PNUD- más avanzados del mundo. Avanzar como país requiere una cultura competitiva, conocimiento profundo, cultura organizacional y superación de la corrupción, ese mal que pervierte todos los proyectos.
¿Cuáles son las características de una gerencia moderna?
1. Trabajar con fines, objetivos y metas cuantificables (indicadores de gestión). Toda administración moderna trabaja con indicadores que nos “hablan” y nos dicen cuánto bajó la pobreza; cuánto disminuyó la desnutrición; cuánto disminuyó la tuberculosis; cuántos beneficiarios reales tienen los programas sociales; cuántos metros de pistas, veredas, muros de contención, escaleras, reservorios, servicios de agua y desagüe, etc., se han construido; cuántos nuevos metros cuadrados de áreas verdes se han ganado; cuántos m3 de agua se han utilizado para el riego, entre tantos otros temas que deben ser cuantificados. La gerencia moderna requiere saber cuánto se ha avanzad en qué y cuánto y por qué no se ha avanzado.
2. Liderazgo. El gerente moderno es un líder que forma y dirige equipos con conocimiento político y técnico, sabe enseñar porque sabe hacer las cosas. El gerente moderno no se encierra a trabajar con la máxima autoridad o con sus subordinados, uno por uno, aislando a unos de otros, bloqueando la coordinación. El gerente moderno es el gran director de orquesta que organiza y promueve con espíritu constructivo la formación de equipos que trabajan en proyectos y objetivos concretos.
3. Crear equipos. En la gerencia moderna existe una idea fuerza clave: “equipo que trabaja bien… y rápido”. Toda la gerencia moderna se sostiene en la idea de la cooperación mutua, la comunicación y el trabajo sistémico. Los anticuados métodos de trabajo concentrado, centralizado y compartimentalizado que bloquea la sinergia y sofoca las energías creativas y la formación de una mística de trabajo, deben ser superados. Los gerentes y los subgerentes modernos forman equipos de tal forma que multiplican las capacidades, corrijan errores, resuelvan problemas con equipos multidisciplinarios de acción, elevan la productividad y superen permanentemente las metas.
4. Planeamiento y planificación estratégica. La gerencia moderna hace planeamiento y planificación estratégica, permite avizorar el futuro, trazar objetivos y metas que prevén las nuevas tendencias y construyen en el presente el futuro. La Planificación Estratégica es esencial para el buen uso de los espacios rurales y urbanos, el desarrollo de las iniciativas públicas y privadas. Implica trabajar con megatendencias, examinando y considerando su impacto en el espacio nacional, regional y local. En el siglo de las ciudades se trata de cambiar los paradigmas para con decisión en la construcción del futuro.
5. Gerencia estratégica (gerenciar no es administrar). Los gerentes que se enredan en lo cotidiano no son gerentes, son administradores. El gerente cuenta con equipos que resuelven creativamente los problemas cotidianos. La gerencia estratégica busca hacer realidad los grandes proyectos en medio de las grandes tendencias políticas, sociales, culturales, urbanísticas, medio-ambientales adelantándose, construyendo y creando el futuro. Gerenciar proyectos que cristalicen en el más breve plazo es una tarea estratégica. Eso requiere equipos especializados. La administración estratégica ayuda a la gerencia y utiliza para ello nuevas tecnologías de comunicación e información que permiten rapidez en los procesos.
6. Capacitación permanente. La gerencia moderna requiere de una labor de educación, entrenamiento y capacitación permanente del personal con el fin de lograr mejores resultados. Esto es posible formando equipos de autocapacitación, capacitación y consultorías externas. Un funcionario capacitado es competitivo y no tendrá que repetir procedimientos en los que se pierde tiempo, recursos y dinero. Normalmente el “personal de la campaña electoral” se convierte en una traba en los diversos niveles del Estado, aún cuando es capacitado
7. Innovación. La gerencia moderna busca la innovación de los métodos, las formas y los estilos de hacer las cosas. Innovar es una tarea permanente que requiere trabajo en equipo, además de estímulos sociales, intelectuales y técnicos, pero especialmente, creatividad, constructivismo y tolerancia. Se debe valorar al gerente y al funcionario que se atreve a pensar y que actúan buscando la mejora continua. El funcionario requiere elevar su autoestima y ser incorporado.
8. Cultura organizacional y valores. La gerencia moderna se ubica en el mundo de los valores: disciplina, orden, limpieza, honradez, puntualidad, justo a tiempo, lealtad, eficiencia y eficacia, rapidez, ahorro, solidaridad entre otros, que hacen que se obtengan de manera incesante mejores resultados, que los errores disminuyan y que se logre grandes resultados. La cultura organizacional en la administración pública tiene los valores invertidos.
9. Gestión del conocimiento. Una herramienta de la gerencia moderna es la gestión del conocimiento. Hace muchos años existe la especialidad de gestión del conocimiento que busca sistematizar las experiencias, hacer benchmarking, formar grupos de aprendizaje, entre otros para conseguir alta calificaciones internacionales. Gestionar el conocimiento es aprender a aprender, generando un círculo virtuoso de nuevos conocimientos prácticos, sistematizados que redunden en mejores resultados. Conocimiento profundo y acción poderosa, es la clave para la modernización.
10. Evaluación permanente. Todo se evalúa. Se aprende de los errores y de los aciertos. La evaluación permite aprender, capacitar, formar para seguir avanzado. Si no se evalúan las experiencias no se logra escalar posiciones en la mejora continua. El mejor gerente no es el que no se equivoca sino el que aprende de los errores. Ser tolerante al examinar un error para aprender.
11. Comunicación. La gerencia moderna comunica interna y externamente. Usa el marketing moderno para elaborar mensajes. Comunicación horizontal, dialógica, sustentada en investigación y técnicas modernas que permiten la retroalimentación, la horizontalidad y la dialogicidad.
El Gobierno Nacional, los Gobiernos Regionales y Locales tienen que afirmar los aciertos del 2011 y corregir errores. Eso implica reuniones de trabajo para evaluar, medir avances y afirmar caminos. El trabajo en equipo de todos los Gerentes y Subgerentes no es una pérdida de tiempo, es el método fundamental de la gerencia moderna. Hoy es un imperativo superar el autoritarismo burocrático y el “floreo”, el academicismo, el doctrinarismo y las prácticas basadas en antivalores que dinamitan todo proyecto moderno que desmoraliza al funcionario, al trabajador y al ciudadano, con el fin de construir equipos de gobierno estables, fuertes, consolidados e integrados para avanzar en la modernización.
Escrito por: Oswaldo Carpio para SanJuandeLurigancho.com
Dejanos tus comentarios:
Siguiente >>
<< Anterior
Mas articulos de Oswaldo Carpio:
