La gastronomía peruana y los panzones
Una cosa es un desnudo griego y otra un cholo calato. ¿Comer es un fin en sí mismo?
lunes, 25 de febrero de 2013 - 39227 vistas
La gastronomía peruana ha crecido en el país y fuera de él. El orgullo peruano se siente herido cuando alguien osa criticar el fervor peruano por comer. Los cocineros que ocupan la vanguardia en esta nueva era de panzones peruanos se ponen en guardia cuando se ejerce una crítica a la gastronomía peruana y no les falta razón. Buena parte de la identidad peruana se ha construido en los últimos años sobre el cimiento de la comida peruana “superior a la chilena” y a otras comidas de países de América.
Pareciera que la comida se ha convertido en un fin en si mismo como para algunos animales como los cerdos -especialmente los pata negra- para los cuales comer bellotas es un fin en sí mismo. Heráclito ya había llamado la atención cuando afirmara que si comer crea felicidad entonces los bueyes son los seres más felices de la tierra.
Por un proceso lento, como algunos platos muy bien preparados, los cocineros más destacados del país nos hacen sentir que comer es un valor supremo y, en consecuencia, es preciso asistir y comer cada vez más y mejor en los restaurantes peruanos.
La vida tiene sentido pero el sentido que uno quiera darle, salvo que por debilidad de carácter, nos subordinemos a las ideas ordinarias o comunes sobre la comida y el sentido de comer.
¿Es comer un placer? Si, lo es, cuando no se come por necesidad. ¿Los animales comen con placer? Si, especialmente los mamíferos, que comen al comienzo con desesperación y luego con placer.
Hay diversas formas que tienen los humanos para comer. Desde el slow food, que busca comer lento y disfrutando de la comida, hasta el Fast food que busca la comida rápida, barata y de masas. Las dos son válidas como forma de comer pero una puede ser más sana que la otra. ¿Comer lento o comer rápido nos diferencia de los animales? No. Hay animales que comen muy rápido, prácticamente tragan la comida, por temor a que otros animales les roben lo que ellos han cazado. Sin embargo, hay otros animales que comen tan lento que tienen hasta cuatro estómagos –los vacunos- que rumian lentamente. Entonces, comer lento o comer rápido no es una forma de comer que nos distingue a los homo sapiens sapiens de los demás mamíferos.
¿Qué nos diferencia a los homo sapiens sapiens de los otros animales? La posibilidad de preparar nuestros propios alimentos en formas cada vez más sofisticadas como resultado de la experiencia y su sistematización, de la investigación y la construcción de medios, instrumentos y utensilios para preparar los alimentos. Comemos como los demás mamíferos, por necesidad y placer, pero nos diferenciamos de ellos en que podemos comer alimentos que buscamos se siembren y cosechen en las mejores condiciones, que se conserven y se coman en buen estado de conservación y limpios.
Lo que queda claro es que el comer es una necesidad básica y un placer primario vinculado al placer oral y al anal, según la teoría sicoanalítica de Freud.
Comer y beber nos acerca a Dionisio o Baco que es una de las expresiones de la representación simbólica (Jung) de la cultura universal. En todas las culturas existe la fiesta de la comida y la bebida.
Comer y comer bien a los peruanos nos ubica en el ámbito de la cultura universal. Probablemente comer y beber en el Perú son consecuencia de que es lo mejor que solemos hacer. No destacamos en las ciencias, en la tecnología, la matemática, la física ni en filosofía. Somos un país que se siente identificado con la comida y una cierta bebida: el pisco al que poco caso le hicimos antes de que en Chile dijeran que era una bebida de ese país. Tal vez nuestro Inmanuel Kant sea Gastón Acurio, si se atreviera a escribir sus recetas y sus profundas reflexiones sobre el supremo Arte y Estética de comer, o el Verdad y Sentido de comer, o La trascendencia de Comer, la Fenomenología de Comer o Ser y Tiempo de la Comida Peruana además de otros volúmenes en los que puede ser apoyado por algunos especialistas en gastronomía, como Crítica de la Razón Práctica y Crítica de la Razón Pura de la Comida Peruana. Estaríamos aportando al conocimiento universal como una gran civilización en el siglo XXI.
¿Qué implicancias tiene el boom gastronómico en el Perú? Una de las implicancias es que somos un país de panzones, de personas cuya pulsión oral y anal nos domina, nos conduce de una comida a otra, de un restaurante a otro, de un mercado a otro, de un recetario a otro, asunto de implicancias fundamentales para el futuro del Perú y tal vez de la humanidad.
¿Atacó a los comelones peruanos Ollanta Humala cuando declaró contra los “panzones”? Parece que sí porque comer y beber es el primer placer de los peruanos, incluso superior al placer sexual que está, como se sabe, repleto de connotaciones alimenticias tanto al referirse a la mujer en general como a sus partes más apetecibles en particular, en el que lenguaje popular, además, es sumamente creativo y, a veces, hasta descriptivo.
Pareciera ser, entonces, que para los peruanos el adjetivo “panzones” es una descripción de su condición humana mas no un insulto, pese a que el presidente Ollanta Humala lo expresara con poco sana intención, refiriéndose tal a sus competidores políticos a algunos ministros de prominente panza o a algunos generales y coroneles que parecieran hacer ejercicios físicos diarios por superar a sus colegas en su capacidad de “ingerir alimentos” como también le dicen a comer.
Tal vez en el futuro cuando se describa a los peruanos se les definirá como Homo-Sapiens.Sapiens-Panzones, especie para la cual el placer de comer es superior al placer sexual y otros placeres como leer, estudiar, escribir, escuchar música, investigar, pintar, esculpir, jugar ajedrez, etc.
Gracias a una geografía tan diversa -86 de 104 pisos ecológicos y a su consecuencia: una mega diversidad biológica- y a un aprovechamiento de esta condición somos, por ahora, un país de panzones cada vez más atraídos por cocineros audaces que están creado una cada vez más creativa y sofisticada comida para beneplácito de sus habitantes.
Gracias a esa comida y a esas panzas queda aún más evidente que el poeta que dijera UNA COSA ES UN DESNUDO GRIEGO Y OTRA COSA UN CHOLO CALATO dijo una gran verdad.
Escrito por: Oswaldo Carpio para SanJuandeLurigancho.com
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