La “situación revolucionaria” y el capitán Carlos… Tapia
lunes, 24 de abril de 2006 - 46111 vistas
Entrevistado por La República el 19 de abril, Carlos Tapia del partido de Ollanta Humala, declaró, que “lo nuevo -en el país- es que los sectores populares han tomado conciencia de su situación de exclusión”. Ante la pregunta sobre cuándo surgió este fenómeno, Tapia responde: “Desde los 90… (se ha generado) un escenario político propicio para el desborde popular y las nuevas apuestas electorales. Los de abajo ya no quieren vivir como antes y eso hace que los de arriba ya no puedan seguir gobernando como antes”.
Ahora leamos, atentamente, lo que dice Lenin -el maestro de Carlos Tapia- sobre la situación revolucionaria: “La opresión por grande que sea, no siempre origina una situación revolucionaria en un país. Para que estalle la revolución no suele bastar con que los de abajo no quieran seguir viviendo como antes. Hace falta además, que los de arriba no puedan seguir gobernando como hasta entonces”. .. Lenin dixit.
Las tesis son las mismas. Lenin define la situación revolucionaria claramente: los de abajo no quieren que los de arriba sigan gobernando y los arriba no pueden seguir gobernando. Esta es la situación revolucionaria. Carlos Tapia sostiene lo mismo utilizando un lenguaje “solo para los conocedores”
¿Cuáles son las consecuencias para Lenin de una situación revolucionaria? La creación de una crisis y el consecuente estallido de una revolución. Para ello, según Lenin, se requiere “una clase revolucionaria capaz de transformar el estado pasivo de opresión en estado activo de cólera y de insurrección”.
La razón por la cual Carlos Tapia está en el partido de Ollanta - junto a otros izquierdistas marxistas, leninistas, trotskistas y de otras tendencias radicales - es porque está convencido que existe una situación revolucionaria que puede provocar una insurrección y terminar en una revolución. Lenin, lo dice claramente: “Ni la opresión de los de abajo ni la crisis de los de arriba basta para producir una revolución si el país dado carece de una clase revolucionaria capaz de transformar el estado…”.
En el lenguaje leninista, esa “clase revolucionaria capaz de transformar el estado” es el partido proletario… y, como la izquierda ha sido derrotada, entonces “toma prestado” el partido “nacionalista” de Humala. Ahora, todos los oportunistas son nacionalistas. En rigor: nacional-socialistas. Los socialitas se fusionaron con los nacionalistas para “soldar el país” según palabras de Murrugarra, pues “la izquierda ha fracasado”. Murrugarra el marxista-leninista se ha vuelto nacionalista…Ya sabemos quienes fueron nacional-socialistas en Alemania e Italia.
Como hay situación revolucionaria, habrá crisis revolucionaria y la posibilidad de la toma del poder, en la estrategia leninista. Tapia decidió estár allí, para participar en la revolución que don Isaac Humala y su familia vienen preparando desde hace varios años, en su versión ultra nacionalista. El señor Isaac Humala -el etno-nacionalista- ha declarado que formó a sus hijos para, desde el Ejército, dirigir una insurrección y tomar el poder. Eso hizo Antauro en Andahuaylas pero, como fracasó, Ollanta se distanció de él… pero, sólo tácticamente. La matriz estratégica de la familia Humala, se cumple ladinamente. Isaac Humala dice que el nacionalismo requiere de “impurezas” para tomar el poder. Pero ya vendrá la segunda etapa en la que se liberarán de las impurezas y avanzarán “al etno-nacionalismo fase superior del nacionalismo”, según el padre del nacional-socialismo cholo. Mientras tanto el capitán Carlos Tapia les es útil. La matriz del pensamiento Humala está en marcha.
Por ahora Ollanta Humala juega el rol de líder dialogante: visita al cardenal Ciprini, conversa con Villanueva del Campo, desayuna con Isaac Galdsky, se incomoda ante los enfrentamientos, y sostiene que “no hay que dividir al país entre ricos y pobres, no hay nada malo en ser rico”, nada menos que el que ha exacerbado los enfrentamientos todos estos meses desde las calles y el últimos lustro desde el pasquín “Ollanta”.
Los capitanes Carlos, están haciendo su trabajo… Mientras el capitán Carlos Tapia sostiene sibilinamente que estamos en una situación revolucionaria y defiende el nacionalismo… el otro capitán, el Carlos de Madre Mía, es casi un Budista Zen. ¿En qué momento se convirtió Saulo en Paulo? ¿En qué momento el agresivo, torturador y violento Humala se transformó en el abanderado de la paz?
No seamos inocentes, la segunda vuelta ha comenzado.
Escrito por: Oswaldo Carpio para SanJuandeLurigancho.com
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