Desde que el actual gobierno mostró sus intensiones en transformar nuestro distrito en una nueva provincia del Departamento de Lima, este tema ha despertado tanto interés y generado una amplia discusión que ha motivado que algunos de nuestros dirigentes pronuncien los más acalorados discursos. Por un lado, ubican la capital en zonas de nuestra gran urbe donde existe una destacable dinámica económica-productiva, un argumento de peso para situar la capital allí; otros se inclinan por los lugares de carácter más popular como para zanjar el asunto, para nosotros el criterio sobre el tema está ligado fundamentalmente al aspecto histórico que uno debe considerar para estos casos. No somos un distrito improvisado y mucho menos surgimos de la nada, desconocer lo que tenemos no significa que ignoremos lo que existe.
Para entender el tema debemos captar el concepto, para ello recurrimos a la vigésima segunda edición del Real Diccionario de la Lengua Española (2001), donde esgrime el siguiente concepto para el término “Capital”: “Dicho de una población: Principal y cabeza de un Estado, provincia o distrito”.
En el mas puro sentido deberíamos sustentar tal título en lo que históricamente ha representado la “cabeza” de esta jurisdicción y que las leyes reconocen como tal. Desde que los españoles establecieran un nuevo orden político y Lurigancho formase parte de un importante “curato”, este territorio nunca perdió su nombre autóctono y por el contrario fue conservado en uno de los primeros pueblos para nativos que se fundase al mas puro estilo de las villas y pueblos ibéricos. Por orden del Virrey Toledo, se funda en 1570, la reducción indígena denominada San Juan Bautista de Lurigancho, la cual se constituyó en la sede de la doctrina religiosa de todo este valle y alrededores como lo establecen algunos documentos (García Irigoyen: 1906:343).
Plaza de Armas de San Juan de Lurigancho "El Pueblito"
Y como es ampliamente sabido esta jurisdicción tuvo importancia administrativa hasta la fundación de la ciudad de la Nueva Chosica, la cual se convirtió en la siguiente sede política del gran distrito del valle de Lurigancho, que, y como se entiende se extendía hasta esa ciudad, prácticamente toda la margen derecha del valle medio del Rímac era Lurigancho, quedando el antiguo pueblo con la denominación de Lurigancho Bajo. La última dispocisión que crea el actual distrito es la Ley 16382 promulgada el 13 de enero de 1967, y establece nuevamente a este espacio urbano como la capital del nuevo distrito de San Juan de Lurigancho. Logrando su separación definitiva de Chosica quedándole como recuerdo de ese episodio histórico el término Lurigancho – Chosica.
Y si quedase alguna duda en denominar como “cabeza” de jurisdicción al afectivamente llamado “Pueblito”, uno puede revisar el artículo primero de la referida Ley y encontrar lo siguiente:
Artículo 1ro. Créase en la provincia de Lima, Departamento de Lima, el Distrito de San Juan de Lurigancho, cuya Capital será el pueblo del mismo nombre.
Para quienes no conocen nuestro centro histórico y capital distrital, ésta se sitúa entre el cruce de las Av. Próceres de la Independencia y Lurigancho, Entre las urbanizaciones de San Silvestre, por el oeste; Los Jardines, al Norte; Azcarrunz por el este y hacia el sur Chacarilla de Otero. Su ubicación bastante céntrica le permite articularse con la zona de Zárate, Mangomarca y Campoy, y la principal vía que lo une con Canto Grande, alrededor de ella han prosperado los sectores mas industriales y comerciales del distrito, en ese sentido y como por costumbre lo tienen todos los pueblos del mundo al reconocer sus centros históricos como espacios emblemáticos de su desarrollo deberíamos seguir reconociendo a nuestro centro histórico y capital distrital, como la sede de la pretendida provincia.
Ceremonia de colocación de la primera piedra del palacio municipal en el pueblito (1970)
Hace cuarenta años se dispuso de un amplio espacio para la ubicación del palacio municipal, inclusive se realizó toda una ceremonia de colocación de la primera piedra y algunos pilares que supondrían serian el inicio para levantar la casa edil, sin embargo ningún alcalde, incluyendo las últimas promesas, pudieron levantar la sede. En un reciente juicio, los herederos de la familia Palacios, antiguos propietarios, le desposeyeron a la municipalidad la mitad del espacio. Ojala alguien se digne en darle el valor y el fin para el cual fue cedido el lugar.
Finalmente la provincia tendrá el mismo nombre de nuestro distrito, por ello es necesario que nos mostremos como una ciudad que tiene un proceso histórico amplio, complejo y milenario. Incluso la recuperación de nuestro centro histórico permitiría articular todo un eje turístico, la misma que aseguraría una dinámica económica para la población y en consecuencia para toda su jurisdicción.
Bibliografía Consultada
García Irigoyen, Carlos 1906 Santo Toribio: Obra escrita con motivo del tercer centenario de la muerte del Santo Arzobispo de Lima. Lima
Real Academia Española
Torres V., Juan C. 2003 “Apuntes para la Historia de San Juan de Lurigancho, Siglos XVI – XX”. Unay Runa Nº 6. pp: 38-44. Lima